Luz Casal: Almas gemelas
Almas gemelas: seis años de emociones y deseos
– La primera pregunta es casi obligada en Qwerty Magazine: ¿cuándo y de qué manera comienzas en el mundo de la música?
– Es muy complicado, es remontarse a la infancia. Desde siempre he sabido que la música era algo muy importante. Con el paso del tiempo vas viendo que a eso se le llama vocación, pero en un principio lo que te das cuenta es que tienes una inclinación, que cuando suena la música todo lo demás pasa a ser secundario… Eso, afortunadamente, ocurrió siendo muy jovencita, era una niña.
– Después de pasados los años, echas la vista atrás y ¿cómo te ves? ¿cambiarías algo?
– Eso es una tentación que a mí me parece que tiene una carga enorme de frivolidad. Los cambios no son aislados, tienen sus consecuencias. De tus errores no solo sacas lecciones, golpes o cicatrices, sino conclusiones, y esas conclusiones son las que hacen que luego a lo mejor tengas éxito en otra cosa. Entonces, sinceramente, como no soy consciente de haberle hecho daño a nadie, todas aquellas decisiones que haya tomado en mi vida y que la consecuencia directa la haya pagado yo, las doy por bien realizadas.
– Y del presente, ¿con qué te quedas?
– Pues con la fortuna de vivirlo.
– Llevabas años sin publicar y ahora regresas con Almas gemelas, ¿cómo defines este disco?
– Diez de las canciones podrían definirse como una especie de diario íntimo, más o menos íntimo, pero un diario que refleja impresiones, deseos, emociones, ideas… de estos últimos seis años. Como sabes, hay 17 canciones grabadas, siete son versiones en diferentes idiomas, son como un trabajo paralelo, como una cara añadida a la que pueda ser yo como cantante, como letrista.
– En cierto modo podríamos decir que tus discos son autobiográficos…
– Yo soy una cantante muy implicada, no canto por cantar, es decir, cuando decido cantar una canción es que me parece que significa algo, que forma parte de mí, no ya de mi propia vida, sino de mi vida deseada, de un determinado personaje que podría convertirme… en ese sentido yo creo que todo el repertorio que he hecho hasta el día de hoy tiene una explicación, o sea que forman parte de mi vida. Podría ser perfectamente, dicho así rápidamente, mi repertorio autobiográfico.
– ¿Y cuál sería la canción que te retrata mejor, Luz?
– Eso es muy complicado porque si yo me considerara una persona con una personalidad sencilla, pues a lo mejor podría darte dos, tres o incluso más títulos de canciones, pero verdaderamente yo creo que soy más compleja de lo que soy capaz de reconocer, con lo cual podría decir un número que no bajaría de veinte.
– Se te ve una mujer muy fuerte, ¿cómo es posible cantar a una enfermedad tan dura como el cáncer y que esa canción Ella y yo parezca una dulce canción de amor?
– Creo que es la consecuencia de mi actitud en primer lugar, y luego, creo que cualquier momento, cualquier experiencia fuerte puede ser fácilmente abatible, quiero decir, puede ser transformable. Es como reírse de uno mismo, puedes tener un alto sentido de lo que tú significas, puedes tener un alto concepto de ti misma, pero si no tienes de vez en cuando la necesidad o la obligación casi, de rebajar esa apreciación que tienes de ti misma pues serías un ser arrogante… reírte de ti misma al final es una buena práctica y a las experiencias fuertes de la vida también se les puede dar la vuelta. Me parece que comulgo mucho con cantidad de gente que ha sabido tratar, escribir, cantar, etc. situaciones dramáticas casi como si fueran una comedia.
– Y esas experiencias también te hacen más fuerte.
– Siempre. Las cosas duras, salir de un envite, salir de una prueba, de un examen duro yo creo que te da fortaleza. Por lo menos te da una cierta seguridad de tu fortaleza.
– Almas Gemelas lo has grabado en Los Ángeles, ¿por qué te has ido a grabar allí?
– Porque casi todos los discos los he grabado fuera. Por una razón sencilla: porque es una manera de poner tierra de por medio y dedicarte exclusivamente a eso que tienes entre manos. Yo tengo una cierta tendencia a la distracción, me distraigo fácilmente. Cuando estás grabando un disco en el que colaboras con gente muy diversa y que estás poniendo ahí el producto de varios años de tu vida tienes que estar centrada y a veces tomar decisiones que un segundo después ya no sirven o pueden ser erróneas. Es una manera de concentrarme. Podría dar otras razones, pero yo creo que la fundamental es esa.
– ¿Es tu disco más internacional?
– Es más internacional porque tiene más éxito internacional. La internacionalidad la puede dar el hecho de cantar en otros idiomas, pero básicamente es una respuesta al haber hecho conciertos y haber estado presente en algunos países desde hace varios años.
– Ya llevas meses de gira con conciertos en Francia, Marruecos, Suiza, Turquía, México, España… ¿cómo lo llevas?
– Bien porque si no sería catastrófico y muy complicado. Tienes que tener una cierta propensión o un cierto gusto por el viaje, una cierta facilidad para transformarte y comer lo que se coma, dormir donde se duerma, y no estar deseando aquello que no tienes. Es duro, pero aceptando todos esos cambios, se lleva bien.
– ¿Y qué no puede faltar en tu maleta?
– Mis apuntes, mi ropa… no soy de llevar determinados objetos o ese tipo de cosas sin las que puedes estar, no tengo mucho apego… soy un espíritu bastante libre, bastante acomodaticia.
– Después de una vida dedicada a tu vocación y a la música ¿algún consejo para quienes están pensando en perseguir sus sueños?
– No soy buena consejera, pero una cosa que nunca falla cuando alguien tiene un objetivo, una inclinación hacia lo que sea… es que a eso hay que dedicarle horas, que no se consigue ningún sueño si no le pones muchas horas, si no tienes tesón. En definitiva: tienes que trabajar para conseguir tu sueño.
Es un festival musical, rural y benéfico
Un gesto hacia la comarca, hacia las raíces de su familia materna. Así recuerda Luz Casal el nacimiento del Festival de la Luz. Es un festival musical, rural y benéfico. Los días 13 y 14 de septiembre se celebra en Boimorto la tercera edición. Su experiencia y conocimientos, así como el apoyo de otros artistas hacen posible que se celebre este festival: “contamos con el apoyo de los colegas músicos que participan de manera altruista y lo hacen muy bien, tanto los grandes nombres como la gente que tiene menos nombre o que está empezando… han sido extraordinarios”, explica Luz. Nos cuenta la cantante que los objetivos son “compartir los contactos que tenemos en el mundo de la música, potenciar el medio rural y todo eso, unido con la ayuda del público que asiste, se revierte en proyectos que ayuden a los más desfavorecidos”, añade.
El precio de la entrada, 10 euros para un día y 15 euros para las dos jornadas, se destina a un proyecto benéfico. Para la Asociación Española contra el Cáncer fueron los fondos recaudados durante la primera edición del festival y para el Banco de Alimentos los recaudados durante la segunda edición. “Este tercer año será para una asociación que ayuda a las familias y a los enfermos que padecen enfermedades raras y por otro lado, una parte va a la investigación de este tipo de enfermedades que es un proyecto que desarrolla la Universidad de Santiago”, explica Luz. La cantante cuenta además que intentan que las ayudas reviertan en Galicia: “es poner un grano de arena, o dos granos, o tres, para ayudar, para compartir y también alegrar a la gente”.
Dentro del Mercado de la Luz además de música, tienen cabida propuestas de todo tipo. Se trata de un espacio de fusión de ocio, gastronomía e innovación donde además han pensado en los más pequeños. “Tenemos también una prioridad: que los niños tengan un espacio lo más acogedor posible, no solo con música y entretenimiento, sino que sea un espacio didáctico, que los niños en esos dos días aprendan algo, que se lleven imágenes que en su cerebro tan limpio les sirvan para cuando sean personas adultas como un referente”, explica Luz.