Ángel Campos: su mochila está siempre lista para un nuevo reto
“Grano a grano se hace el granero”. Y así va construyendo su particular proyecto Ángel Campos. Nació en Utrillas (Teruel) y en Vilalba, donde lleva viviendo más de tres décadas, le conocen como “el Maño”. El tesón no solo lo lleva implícito en su apodo, sino en todas las aventuras que emprende. Sus piernas y su solidaridad le acompañan en cada una de sus caminatas. Porque lo suyo son los retos.
Nos cuenta que siendo joven ya le gustaba caminar por el monte, pero no fue hasta hace pocos años cuando se propuso acompañar sus retos de fines solidarios. Este cocinero de profesión ha hecho el Camino de Santiago 17 veces, una por año, aunque haciendo doblete en alguna ocasión, desde diferentes orígenes y siguiendo distintas rutas. En el año santo de 1993 recorrió el Camino Francés desde O Cebreiro. Retomó la aventura en 2004, esta vez desde Ponferrada. En 2005 recorrió el Camino Norte desde Ribadeo y en 2006 el Camino Primitivo desde Grandas de Salime. Un año más tarde partió de Neda por el Camino Inglés hasta Compostela y en 2008 el origen fue Oporto y recorrió el Camino Portugués. Desde Puebla de Sanabria lo hizo en 2009, el mismo año que caminó los 115 kilómetros en 17 horas que separan Vilalba de Santiago, en una sola etapa. Cuando todavía no estaba señalizado hizo el Camino de Invierno desde Quiroga, en 2010, y ese mismo año también cubrió el trayecto Muxía, Fisterra, Santiago. El Camino Norte desde Vilalba lo recorrió en 2011 partiendo de Sobrado dos Monxes. Y el mismo año lo hizo también desde A Fonsagrada. En 2012 caminó en dos ocasiones de Vilalba a Compostela por el Camino Norte. El Camino Francés desde Piedrafita fue la ruta elegida en 2013. Este 2014 ya lo ha recorrido desde Vilalba y espera repetir en noviembre, partiendo desde Oviedo por el Camino Primitivo.
Después de casi 3.000 kilómetros y cerca de una veintena de veces llegando a Compostela, Ángel confiesa que “el Camino engancha”: “cada vez que lo hago son nuevas sensaciones y nuevas emociones”. “Compartes experiencias, vivencias y cuando acabas, aunque la sensación de llegar la conozco, siempre es diferente”, explica. Hace, de memoria, repaso por sus caminatas y recuerda a muchos de sus compañeros de camino: “hay muchos que no vuelves a ver, pero otros tantos con los que vuelves a coincidir o con los que sigo manteniendo el contacto”, cuenta. “Hay una familia coreana que conocí y que hacen el camino en sus vacaciones, me escribo todavía con ellos, intentamos comprendernos a pesar del idioma”, reconoce. En los albergues ya es más que conocido, y su experiencia la transmite a muchos compañeros de aventura.
Pero sus caminatas no se quedan solo en recorrer el Camino de Santiago. A San Andrés de Teixido caminó en tres ocasiones, también a Los Milagros de Saavedra, a Los Remedios de Sarria, a San Cosme en Abadín, a San Adriano en Goiriz… Reconoce que después de haber caminado tanto pensó en hacer que sus aventuras tuviesen un fin solidario.
En 2010 con el lema 50 vueltas, miles de ilusiones y coincidiendo con su 50 aniversario, se propuso ayudar a la oenegé Manja Awiri, con sede en Vilalba, y contribuir a la construcción de un colegio para niños en Malawi.
En 2013 recorrió los 79 kilómetros de ida y vuelta desde Vilalba hasta Lugo. Tantos como las personas fallecidas en el accidente de tren de Angrois. El recuerdo de los fallecidos lo impulsó a emprender esta experiencia.
Ha recorrido 17 veces el Camino de Santiago, casi 3.000 kilómetros de experiencias y emociones «únicas»
Su última hazaña: recorrer durante ocho horas 888 vueltas a la Torre de los Andrade en Vilalba. Cincuenta y cuatro kilómetros andando sobre una torre de ocho lados. Y, así, dándole la vuelta al símbolo de infinito, y bajo la campaña Infinitos motivos, Ángel quiso sensibilizar a la gente sobre la esclerosis múltiple, enfermedad que sufre una de sus hijas, y conseguir fondos para una de las asociaciones de enfermos de esta dolencia.
Cada día Ángel Campos recorre entre 7 y 14 kilómetros caminando, también en bicicleta y otros días corriendo. Nos explica que es fundamental estar físicamente preparado, pero sobre todo, es imprescindible estarlo psicológicamente: “cuando tienes un compromiso y una causa influyen mucho los nervios, por ello el estar bien psicológicamente y no venirte abajo es primordial”, añade.
Con estos retos Ángel Campos busca dar visibilidad a muchos colectivos que pasan inadvertidos. Con su sinfín de aventuras e historias compartidas en su cuaderno de viajes, Ángel ya está dándole vueltas a su próximo reto. Su mochila está preparada para arrancar en cualquier momento.