Es la creadora de las kareninas y sus ilustraciones las dibuja sobre joyas, camisetas y diferentes prendas textiles. Ella es Elena López, profesora y artista. La joven villalbesa decidió convertir su talento y una de sus pasiones en una forma de ganarse la vida.
Estudió Bellas Artes y durante la carrera se interesó tanto por el dibujo como por el sector audiovisual. “Me gustaba el dibujo desde niña, recuerdo haber pasado mucho tiempo recorriendo con la mirada los contornos de los dibujos de mis libros. No me doy cuenta de haber tomado la decisión de estudiar Bellas Artes, sentía que era algo que ya estaba escrito”, cuenta Elena. Después de formarse en Bellas Artes decidió continuar sus estudios y cursar la carrera de Comunicación Audiovisual: “hasta el año 2012 no retomé de nuevo el dibujo, cuando volví a coger los lápices lo hice de un modo lúdico, pero pronto me di cuenta de que podía tener posibilidades comerciales”, explica.
En la actualidad se dedica a la docencia en ciclos formativos de Imagen y Sonido, faceta que combina con la creación de sus kareninas. Ha creado una marca y un estilo propio: Helena Karenina. Su proyecto “surge al experimentar con nuevos soportes” que considera “que son muy válidos para mostrar la ilustración: camisetas, collares…”. La novela Anna Karenina del escritor ruso León Tolstoi es su inspiradora: “en la época en la que leí ese libro estaba fascinada con la historia y tengo tan buenos recuerdos del momento en el que lo hice que decidí utilizar su apellido como propio”.
El día a día la llena de inspiración: “siempre y cuando estemos dispuestos a mirar la realidad más allá de la superficie”, puntualiza. Atenta a cada detalle de la cotidianeidad que la rodea nos cuenta además que entre sus referentes artísticos están el pintor austríaco Egon Schiele, la artista francesa Rebecca Dautremer o el escritor e ilustrador inglés Quentin Blake, entre otros.
“Las kareninas miran de frente, suelen tener los ojos muy abiertos, suelen tener la boca sellada, no es que no tengan nada qué decir es, simplemente, que no es necesario…”
Cuenta Elena que sus ideas suelen surgir de manera espontánea sobre un boceto en papel: “una vez que la idea está perfilada la paso a digital dibujándola con la tableta gráfica. Imprimo los dibujos y finalmente monto las piezas o las elaboro en el caso de los complementos textiles”, explica.
Para crear sus piezas de bisutería Elena utiliza cristal, enganches de plata y piezas de acero libre de níquel. Para el textil, emplea camisetas de algodón, tela de lienzo y lazos. Todas sus creaciones son piezas confeccionadas a mano que tienen como base sus ilustraciones. “He empezado a hacer camisetas, bolsas de merienda, tote bags… Este tipo de productos solo los realizo cuando tengo más tiempo libre ya que son hechos a mano, tanto las bolsas como la aplicación en las camisetas”. Su producto estrella es el collar con camafeo “creo que se debe a que es el formato que más se ajusta al tipo de ilustración”, añade. Además la ilustradora realiza también encargos personalizados y ajustados a los gustos y necesidades de cada cliente.
El valor de lo «hecho a mano»
La producción a pequeña escala, de piezas únicas y diferentes, se ha convertido en los últimos años en tendencia tanto en el mundo de la artesanía como en el diseño. Es la tendencia handmade o crafty, la de volver a lo hecho a mano, rescatando en muchos casos antiguos oficios. En esta línea se mueven las creaciones de Elena López. Asegura que vivir del arte “es bastante complicado hoy en día”, pero está convencida de que “hay un gran nicho de mercado en la ilustración en este momento”. Cuenta además que “en la sociedad en la que vivimos es natural que nos acerquemos a las piezas únicas, hechas con pasión y sin prisas”. Para ella sus creaciones son “piezas con corazón que nos ayudan a mostrar un poco más de nuestra personalidad”.
En la lista de planes para el futuro, Elena apunta que seguirá investigando y descubriendo productos nuevos donde proyectar cada una de sus ilustraciones.