La confianza y la perseverancia en el proyecto familiar le han llevado a crear un grupo empresarial líder en España y referente en Europa. Es José Marcial Doctor López de Pablos, presidente del Grupo Plásticos Ferro. “Tener una idea en la cabeza y ser honesto contigo mismo y con los demás va a dar lugar a que la cultura que vas generando en tu proyecto sea una cultura sana”, así explica López de Pablos el éxito de su trabajo.
Las empresas dedicadas al diseño, la fabricación y la distribución de productos y sistemas basados en materiales plásticos que dan forma al grupo empresarial gallego tienen su origen en los años 50 del siglo pasado. “Esta empresa la comenzó mi tío, José Ferro Rodeiro, un empresario innovador, el fundador de una fábrica de flanes, muy conocida en los años 50 y 60, el Flan Chino Mandarín”, explica. José Ferro compró entonces una pequeña central hidroeléctrica en Muras, la Eléctrica Murense, y su afán por buscar aplicaciones y aprovechar la energía eléctrica le llevó a fabricar cucharillas de plástico y muñecos para promocionar el Flan Chino Mandarín: “los muñecos eran pintados y decorados por las señoras de Muras y fueron muy conocidos en aquellos años”, añade José Marcial.
Los chinitos pintados que acompañaban el flan fueron el origen de la especialización de la empresa en el sector del plástico. “Su espíritu creativo, era un hombre de una mentalidad muy innovadora e industrial, le hizo ver el potencial de los plásticos para las tuberías. En aquellos años comenzaba el despegue económico en nuestro país y existía una necesidad grande para desarrollar infraestructuras básicas como las traídas de agua”, cuenta.
Inmersa la empresa en el sector del plástico, en los años 80, es cuando José Marcial desembarca en la compañía. Procedente de Madrid y después de haber trabajado como director financiero en una multinacional americana, la viuda de José Ferro Rodeiro le propone ponerse al mando de la empresa. “Era el sobrino mayor y tenía formación así que me propusieron la posibilidad de seguir adelante con el proyecto de mi tío”, recuerda José Marcial, “entonces era una empresa de cerca de 30 trabajadores, con un prestigio local importante, pequeña y muy innovadora”. Cuenta el empresario que lo primero que hizo cuando llegó a Muras fue aprender de la gente que ya estaba trabajando allí. Eran los comienzos de la década de los 80 y José Marcial comenzó a ver y estudiar las tendencias que dentro del sector se desarrollaban en Europa: “iniciamos un plan de inversión para hacer nuevos productos y para abordar nuevos mercados. Fueron unos años apasionantes. Comenzamos a buscar en distintas partes de España gente que nos ayudara en la comercialización y empezamos a desarrollar el proyecto entre el 82 y el 92, que vino otra pequeña crisis, fueron 10 años intensos de ampliar la empresa tanto a nivel industrial como a nivel comercial”, explica.
Entonces no esperaba convertir aquella pequeña empresa familiar en un grupo como es hoy en día el Grupo Plásticos Ferro: “esperaba que íbamos a hacer buenas cosas. Siempre he sido desde pequeñito un poco idealista, pero el ver que aquello tenía potencial y el sentirme muy cómodo en esta historia me hizo pensar que de aquella empresa íbamos a hacer algo bueno. No creía que llegásemos a ser líderes en España y estar tan desarrollados, pero si tenía un sueño, un proyecto en la cabeza”, añade López de Pablos.
Actualmente, pese a sufrir de forma directa la crisis económica de los últimos años, el presidente del GPF asegura estar viviendo “un momento muy interesante”. “El grupo se desarrolló muy bien en estos años, hemos hecho un plan de internacionalización y de desarrollo de gama de producto”, explica, “afortunadamente hemos podido aguantar en una situación complicada porque teníamos diversificada nuestra gama y porque antes de empezar la crisis habíamos desarrollado ya una política de entrar en otros mercados, Francia, Portugal y Marruecos fundamentalmente”, apunta. Además de la diversificación del producto, aclara de Pablos, los pilares básicos son “generar confianza en el cliente y tener unos recursos humanos muy implicados en la empresa”.
Para el empresario ha sido una suerte “el poder dar continuidad a una idea innovadora en un sitio pequeñito como era Muras, retirado y asimétrico. Desde Muras llegar a ser líderes nacionales no era fácil. Exige mucho trabajo, pero también mucha pasión”, concluye.
“La música es la mejor terapia”
Y la misma pasión e intensidad de su faceta empresarial le ha llevado también a crear un grupo de música: Extrema Urgencia. “Viví la música de los sesenta en mi etapa estudiantil y tenía un grupo de rock and roll en Madrid. Cuando empecé a trabajar lo dejé y Plásticos Ferro me llevó todo mi tiempo y mis energías”, recuerda José Marcial. Hace ocho años quiso recuperar otra de sus pasiones: la música. Extrema Urgencia son un grupo de amigos de la generación de los 60, que comparten pasión y cuyo referente son The Beatles. “Nos une la música de los 60 y tenemos edades similares, además creamos el proyecto Acordes por la Paz con un vínculo con Médicos sin Fronteras. Además de pasárnoslo muy bien haciendo lo que nos gusta colaboramos y todos los beneficios que se obtienen en los conciertos son para esta causa”, explica.
John Lennon es su referente musical y por ello cada mes de diciembre organizan el Festival Solidario Cabodano John Lennon. “Hemos ido a tocar a la Cavern de Liverpool y hemos hecho una gran amistad con la hermana de Lennon, Julia Baird, que colabora en todas estas causas, y también con el grupo en el que empezaron Lennon y McCartney que se llaman The Quarrymen”, cuenta José Marcial. El empresario confiesa que “la música es la mejor terapia, es una terapia impagable”.