Es el mayor criadero de roedores de España. Xaraleira cumple 10 años desde su nacimiento y su impulsor José María Vilaboy continúa trabajando con la misma ilusión que el primer día. La vena emprendedora lleva consigo desde que era niño. “Cuando tenía 6 años vendía bichos y comics en la feria del pueblo delante de la casa de mi abuela, los comics a mitad de precio y luego me compraba otros”, recuerda el empresario con una sonrisa. De una academia de informática dio el salto y emprendió su negocio con la cría de roedores. “Comencé en el garaje de mi madre criando animales. En aquel momento vi que había demanda”, cuenta. Fue en el año 2005 cuando decidió abrir su primera nave, ubicada en la parroquia de Aparral, en As Pontes. Desde entonces, Xaraleira no ha hecho más que crecer. “Hemos ido creciendo a medida que íbamos viendo hueco en el sector”, explica José María.
«La infinita paciencia de mis padres fue fundamental para ser emprendedor»
Diez años después de construir su primera nave Xaraleira presenta el Plan de Inversión 2015-2019 en el que esperan duplicar la plantilla y construir tres nuevas naves. En su afán por diversificar la empresa se adentran de lleno en un nuevo segmento de negocio: la cría de insectos para la lucha biológica contra las plagas. “Con la fauna útil lo que buscamos es intentar evitar el uso de pesticidas químicos y substituirlos por un enemigo natural de la plaga”, comenta.
Hasta el momento Xaraleira ha mantenido dos líneas de negocio básicas: la venta de roedores como alimento para zoos y centros de recuperación de aves y como mascotas para tiendas de animales. Los roedores criados en Xaraleira llegan al Parque Natural de Cabárceno, al zoo de Madrid y también a Faunia. Exporta a Reino Unido, Francia, Portugal o Japón. En sus seis naves actuales crían 36 especies de roedores diferentes.
La empresa inicia una nueva línea de negocio: la cría de insectos
Hoy en día son 10 las personas que componen la plantilla de Xaraleira. Para su impulsor, el equipo es la base de la empresa: «yo simplemente soy la cara visible de un grupo de gente que hace muy bien su trabajo. Somos una empresa de actitudes y no de aptitudes”, cuenta Jose María, “yo siempre digo que trabajamos cantando porque me parece que es importante la actitud”. “En Xaraleira todos sembramos para recoger”, añade, “y damos mucha importancia a la creatividad. Nuestros animales están cada vez más mimados”. La multifuncionalidad es uno de sus pilares básicos y Jose María cuenta que “argallar” es su palabra preferida para definir su modo de trabajar: “hablo de argallar siempre en positivo. Hacemos comités multidisciplinares para argallar y siempre salen ideas y propuestas. Es un término al que no le encuentro traducción al castellano, pero lo utilizo siempre. No entiendo cómo no se usa más”.
Después de una década de trabajo y esfuerzo, también de grandes sacrificios personales y familiares, el empresario pontés asegura que Xaraleira le ha dado muchas satisfacciones: “ninguna es económica, porque no le doy importancia a eso, soy más sentimental”, cuenta. Recuerda que le hizo especial ilusión salir en el libro de emprendedores de ESADE, donde se presentaba su caso dentro de un estudio sobre el emprendimiento en España.
Xaraleira presenta el Plan de Inversión 2015-2019 en el que esperan duplicar la plantilla y construir tres nuevas naves
De su experiencia como emprendedor “vencer el miedo al fracaso” ha sido lo más difícil: “aquí se castiga mucho el fracaso y yo creo que es como mejor se aprende”. Asegura que la formación es fundamental para cualquier emprendedor y, dice, “yo ahora ya sé adónde va el barco”. “Es como si ya escaláramos unas montañas, los 3.000, y ahora vamos más arriba, a por los 6.000”, sonríe. Su escalada no ha estado libre de obstáculos. Jose María destaca que “no solo criamos roedores. Hemos tenido que implantar un sistema de producción propio y adaptar todo el material para nuestros animales. No es solamente tener una buena idea, hay mucho más detrás y seguimos trabajando mucho”.
Su seguridad y su trabajo constante le hacen afrontar esta nueva etapa de crecimiento con nuevas ilusiones y nuevas metas. “En Xaraleira crecemos o morimos. Esta es mi apuesta. No quiero una empresa acomodada. Somos los mejores criando mascotas, es absurdo esperar a que otros vengan y aprendan”, explica Jose María, “a largo plazo nos veo o bien como empresa líder en la cría de mascotas o bien como empresa muerta. Nos veo con más recursos dedicados a la I+D centrados en el uso de otras especies animales”, añade. Respecto a la investigación, Vilaboy espera poder llevar a cabo en un futuro una colaboración “seria” con las universidades y los ciclos formativos.
“Yo me río de mi mismo, me parece muy sano”
Precisamente con el humor que le caracteriza, José María Vilaboy nos cuenta cómo surgió en su momento el nombre de Xaraleira. Está inspirado en la finca de La Jaralera y en su reflejo en el señorito andaluz, protagonista del libro Las aventuras del Marqués de Sotoancho de Alfonso Ussía. “Estaba leyendo en aquel momento el libro, una crítica ácida a la sociedad española desde un punto de vista humorístico”, explica “y contaba las aventuras del Marqués en su finca de La Jaralera. Me hizo gracia y lo galleguicé, de ahí salió Xaraleira”, recuerda entre risas.